26 octubre 2012

 Un Día En Una Biblioteca
Un martes yo fui a la biblioteca Manhattan con Grant, Katie, y Sarah para leer con los niños y hablar en español. Tuve un experiencia diferente que el tiempo pasado. El tiempo pasado yo tuve tres niños pequeños quienes no podían prestar atención. Ellos no querían leer los libros largos que yo tuve. A causo de esto, yo traje unos libros más fáciles y cortos esa vez. Sin embargo, yo tuve un chico mayor quien podía leer en inglés. El chico, le llamaré a Tomás, pero no es su nombre real, eligió los libros con párrafos en vez de los libros con dos o tres oraciones a página. Tomás y yo leímos por todo del tiempo pero solamente leímos tres libros. El leyó los oraciones en inglés y yo leí los oraciones en español. Tomás estaban muy tímido, y no quería contestar mis preguntas sobre el libro. La mayoría del tiempo él solamente contestaba “Sí,” o “No”. No pienso que el chico podía oír bien porque aun cuando yo hablé alto, el chico me preguntó ¿qué?. El sabía como contar los números en español y también él supo los colores básicamente. Lo enseñé como contar once, doce, y trece porque él solamente supo hasta diez. La único vez el chico hablaba mucho era cuando el habló sobre su mamá y como ella está en otro país en el ejercito y cuando regrese dentro del poco ella será en el ejercito aquí. Cuando yo hablaba con él, yo hablaba dos veces, como Pepita, un vez en inglés y un vez en español. Los otros voluntarios no tuvieron muchos niños, y hablaron entre ellos para mucho tiempo. No me gustaba leer cuando los otros voluntarios podía oírme. Me hizo conciencia auto. Pienso que yo traeré los libros mismos para la próxima vez porque tuve una mezcla de los libros fáciles y difíciles y nadie sabe cuantos niños mostrará.


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